Parece ser que Armada no funcionó muy
bien. Lástima, porque es un nombre muy guay. Armada. Mola mucho.
Lo guay, bueno, es una ciencia, como
todo. Si tienes cierta sensibilidad delicada para lo guay tienes
bastantes papeletas para hacer cosas bastante guays. Sin embargo, si
tienes sensibilidad para rajar cerdos estoy seguro que los chorizos
son lo tuyo. Cada uno tenemos un talento y debemos aplicarlo a cosas
productivas.
Por ejemplo, el rajador de cerdos, de
usar su talento de forma no creativa, acabará matándote en una
esquina para que le des tu Galaxy, que ya no es el último modelo. De
igual modo, si yo aplico mi talento guay de modo no socialmente
productivo acabaré volviéndote loco a base de llenarte la cabeza de
datos que te llevarán irremediablemente a un precipicio.
Pero ¿por qué querría yo hacer eso?
Hombre, puede que me hayas puesto la
navaja en el cuello en una esquina y quiera vengarme. En ese caso mi
desliz social está justificado.
Como ves, la construcción o
destrucción del mundo es una mera cuestión de polaridad. Según la
polaridad que apliques a tus talentos construirás o destruirás. A
veces es bueno destruir porque lo construido no funciona. Una vez
destruido lo inútil cambia tu polaridad y vuelve a construir, ahora
de bella manera.
Cómo mola ser un teórico, ¿eh?
Pareces la hostia de listo sin clavar clavo.
Otra cosa buena de ser un teórico es
que fumas en pipa y tienes barba.
Tienes una expresión afectada y todo
el mundo te mira como con admiración. ¿A qué esperas para hacerte
teórico?