sábado, 18 de marzo de 2017

Se corre como se entrena El Corte Inglés

El Corte Inglés está haciendo unos anuncios muy buenos. Sencillos, propios de unos grandes almacenes de solera. Sencillo, no casposo. Hay una diferencia crucial.


El estribillo de “Quiéreteme” funciona, lo mismo que funciona el personaje de McLovin en Supersalidos. Cómo reconforta a este viejo corazón ver que la sencillez se aprecia como una virtud.

Podrían ser imbéciles y contratar a un tipo horrible con una camiseta de los Fraggle, como la gente de Telefónica, otra empresa muy importante de España, para hacernos creer que son guays cuando no lo son ni por asomo. El Corte Inglés no huye de su ADN pureta sino que lo pone en la batidora y consigue así algo único.


El tipo de la camiseta de los Fraggle es para hacerse una camiseta con él. Una camiseta de él con la camiseta de los Fraggle en la keynote de La Cuarta Plataforma. Quizás me la regale por mi cumpleaños.

Telefónica es tu cuñao, un pardillo que quiere hacerse pasar por enrollado. El Corte Inglés es tu padre, que le da una hostia a tu cuñao cuando rompe una copa de champán brindando en Nochebuena.


La aparición del tipo de la camiseta de Los Fraggle en los medios ha hecho que me ardan los ojos. Me pregunto si él será consciente de que su papel en esa empresa es ser pura impostura. Si lo sabe es un genio. Si no es un ser ridículo.

Pensaba que íbamos a hablar de El Corte Inglés, pero ese tío me ha insultado tanto que, ya ves, no puedo hablar de otra cosa.


¡Tío, estás en una keynote de Telefónica! ¡Ponte traje! ¡Y si quieres hacerte el enrollado ponte una camiseta de algo menos sobado que Los Fraggle, no sé!

Esa es la clave: el molón verdadero jamás se dejaría ver en público con una camiseta de Los Fraggle después de 1999. El molón falso se enteró de que Los Fraggle molan en 2009. Sabiendo estos pequeños detalles puedes ahorrarte infumables presentaciones de hora y media: ese tío es un farsante. Siguiente punto del día.