lunes, 20 de marzo de 2017

I´´s 1

Las mujeres es lo que más tira de todo. Te puedes poner ñoño, te puedes escapar por los cerros de Úbeda, pero al final el imán de diferente polaridad que las señoras tienen entre las piernas te terminará atrapando ya que esa es su misión y no otra cosa.


Como ya soy viejo que te cagas y por tanto intelectual de la hostia, la conversación que me interesa de una señora ha de ser de lo más tranquila. No quiero metérsela a Noam Chomsky. A Noam Chomsky quiero derrotarlo, ya que ese señor tiene más reconocimiento que yo.

Para Noam Chomsky ya estoy yo. ¿Veis por dónde quiero ir?


Por tanto, se lo suplico, señoritas, si quieren conquistarme no apelen a mi cerebro, que lo tengo que va a estallar. De verdad. Tengo el coco como un dirigible. El primo de un amigo tenía un pene con forma de dirigible, ahora que me acuerdo. Sólo una pequeña pausa para la publicidad.

Recordado tal crucial hecho, continuemos; que digo que no me habléis de arte ni de cosas de esas. Decidme que soy muy guapo y que soy el mejor de todos. Eso es lo único que me importa.


Coño, para decirme que soy muy listo ya están todos los demás. No digo que no me lo recuerdes de vez en cuando, pero si puedes hacer hincapié en lo que te he dicho antes a los dos nos irá mejor.

Ser listo es mi trabajo, no mi corazón. Mi corazón está hecho de coches de Hot Wheels y de tardes de fútbol. Si me haces sentir Míchel yo te haré rica. ¿A que es un buen trato, tesoro?


Por eso te digo que lo del arte se lo dejes a los pelotas, que son los que tienen la pasta. Deja que ellos alaben lo listo que soy y luego vámonos a reírnos de ellos brindando con una copa de champán.

Es un trato inmejorable. ¿No te parece, mi vida?