Si quieres ser feliz (imaginemos que
quieres eso pudiendo querer otras muchas cosas, pero en fin) tienes
que tener Kung Fu Panda 2. ¿Por qué? No te preocupes, te lo voy a
explicar.
Kung Fu Panda 2 es un 8. No es un 10 ni
un 5, es un 8. ¡Un 8! Qué nota más buena. Yo de pequeño tomé la
decisión de que me iba a especializar en ochos.
Un ocho es una buena nota. Es un
notable alto y, según el profesor que te toque, hasta puede ser un
sobresaliente. Había profesores que con un 8 te ponían
sobresaliente.
Sin embargo no es un 10. Para sacar un
10 hay que hacerlo perfecto. Y hacerlo perfecto-perfecto requiere
muchísimo esfuerzo. Si no hubiera nada más que hacer en la vida lo
mejor sería sacar dieces, pero como hay otras muchas cosas con un 8
vamos que nos matamos.
Por esos dos puntillos que te alejan de
la excelencia te llevas a cambio muchas otras cosas: puedes salir con
los colegones, que si aspiras a un 10 no puedes verlos, porque estás
estudiando. Puedes ir a la FNAC a mirar cosas y luego puedes pasarte
por la planta de juguetes de El Corte Inglés. Además puedes visitar
a tu tía y luego puedes, si quieres, comerte una palmera.
En definitiva, por esos 2 puntos que te
alejan del 10, como esa pequeña cuota de Acnur, la vida es mucho
mejor. Se me ocurre que podrías, no sé, dejar de esforzarte tanto
porque se te está poniendo mala cara.
Bueno, si lo de sacar dieces es algo
personal no digo nada. Si te has retado a ti mismo ponte con los
dieces, claro que sí. Pero acuérdate de que, cuando te hayas
demostrado a ti mismo lo que has de demostrarte, estaremos aquí
abajo, zampando palmera.
¡Fíjate cuántas cosas te llevas por
dos puntillos! Merece la pena.
Un 8. Me voy de bareta. Te como el
chocho.