Todo el mundo pone a parir esta peli,
pero no sé, para una noche de viernes me parece como muy bien.
Pixar ya no es lo que era, claro que
no. Que todas las guías del ocio encumbren Del Revés con argumentos
como “son para niños pero también para adultos” no augura nada
bueno.
Los argumentos valen hasta que los usa
todo el mundo. En ese momento pierden sus propiedades y hay que
buscar argumentos nuevos. A las hamburguesas de quinoa les pasa
exactamente lo mismo.
Por eso los intelectuales somos una
cosa tan necesaria, somos las nubes de tormenta que cada poco tiempo
riegan tus cultivos.
De no ser por nosotros la quinoa que
con tanto mimo has sembrado se secará y tendrás que volver a
asesinar vacas. Y a ti la violencia no te gusta nada, lo sé porque
vas en bicicleta.
La pregunta es ¿qué cenaré esta
noche? ¿Quinoa? Puede, pero la quinoa a pesar de ser un
superalimento, como deja claro cada web de Internet, es más aburrida
que el Congreso de los Diputados. Puede que le des forma de
hamburguesa para que mole más, pero la quinoa siempre será
aburrida, le des la forma que le des.
Morir de aburrimiento es la peor muerte
de todas. Te mueres porque ya no ves interés en este mundo y decides
irte Al Otro. Y con tanta bicicleta por la calle temo que esta vaya a
ser la principal causa de muerte en los próximos años.
Está claro que hay que hacer un mundo
más pacífico y solidario, pero todavía no entiendo por qué la paz
tiene que ser aburrida. Yo soy pacífico pero no soy un puto muermo
deleznable. Es evidente que la humanidad avanza a un ritmo muy
discreto.
La humanidad tiene que ir a la
Monstruos University, para aprender cómo asustar a los niños y, de
sus gritos espantados, sacar la energía para alimentar el mundo.
Estoy de acuerdo con las energías limpias, pero no tan limpias. Como
dijo Paco Martínez Soria en El Alegre Divorciado, ¿qué gracia
tiene un vaso limpio de agua limpia si al lado no tiene un vaso sucio
de agua sucia?