jueves, 30 de marzo de 2017

No puedo dar más – Álvarez Rabo

De todos es sabida mi pasión por Álvarez Rabo. Aparte de los autores clásicos, Ibáñez, Escobar, Jan y tal, Rabo es el autor español que más me gusta.


Rabo no es que vaya al grano, es que coge el grano y te lo hace tragar. La potencia de Álvarez Rabo es tan grande como la de su nombre.

No quisiera ser una mujer sometida por el rabo de Rabo, porque esa mujer está condenada a ser una empleada doméstica francesa.


En la guerra Rabo vs Entrialgo yo no es que sea rabista, es que soy lo siguiente. Entrialgo es aguachirri al lado de Rabo.

No sé cuántos años llevamos ya con esa guerra, pero es que yo no quiero que acabe. Me da vida.


Realmente quizás esa guerra ya haya acabado, porque Rabo en principio está retirado, a no ser que haya vuelto y yo no me haya enterado. Pero en nuestros corazones esa guerra seguirá viva hasta que alguien aseste la estocada final.

Es lo que tienen las guerras creativas, que son las más desgarradas de todas. Aunque en ellas nadie dispara un solo tiro, así que, de hacer guerras, se me ocurre que las más constructivas son las creativas.


Las guerras por el territorio están muy bien, pero una vez terminadas esas guerras hemos de meternos con las guerras creativas. Porque esas son las que llenarán de alma el territorio conquistado.

Espero que tengas tus planos bien terminaditos y bien. Los míos están de pamelas.