Parece que este domingo es green day.
Hay una mani de Legalize It.
Me llama la atención que una panda de
fumetas hayan hecho un cartel tan bonito y elegante. Hace pensar que
el tema este del cannabis, por tanto, no es sólo una cosa de cuatro
fumetas sino que debe tener detrás a gente más seria.
Francamente, si la gente se pone de
Lexatín que esto es un cachondeo no sé por qué están prohibidos
un par de petas. Es una mera cuestión de formas y, por tanto,
infantil.
La gente que condena la prostitución
luego frecuenta bares de travestis. Lo que subyace siempre detrás de
estas cosas es el miedo al qué dirán. Y no hay miedo más infantil
que ese. Estarás de acuerdo conmigo.
Si eres prisionero del qué dirán
llevarás una vida yerma, escondiéndote constantemente de un enemigo
que no existe. ¡Bueno! Si ese es tu rollo, ok. Pero no hagas cargar
a la gente con tus patrañas, hombre de Dios.
Naturalmente si tienes un carácter lo
suficientemente infantil como para temer al qué dirán lo tendrás
también para cargar a la gente con tus problemas a cambio de nada.
No digo que las personas menores no hayan de tener un sitio en el
mundo, pero lo que desde luego no han de tener es una posición
dominante. Por el bien de todos y el de ellos también.
Es como si a una mascota le das el
gobierno de la casa. ¿Qué va a hacer la pobre? Pues cosas de
mascota. Triplicar la ración de ratones en el caso de los gatos y la
de huesos en el caso de los perros. Pero cosas realmente útiles
ninguna.
Por eso si dejas legislar a personas
menores obtendrás un marco legal menor, en el que las personas de
categoría no van a caber. Y luego llegan los 15-Ms y todas esas
cosas. Pues si no queremos que haya más 15-Ms hay que hacer las
cosas bien y colocar a las personas menores en su puesto, el más
bajo de la clasificación.
Si yo es por ellos. ¿Creéis que es
por mi? Yo es por ellos.