sábado, 13 de mayo de 2017

C Swiss The original Cannabis Ice Tea

Pues eso, té de cannabis. Vendido en los chinos. Hecho en Austria, patria de Red Bull.


Imagino que en todos los países pasa lo mismo: llega el clásico Red Bull y todos los cuñados se ponen a imitarle. La clave es “un refresco así como original que venga en un bote alargado”. Y a estos se les ha ocurrido echarle cannabis, que de todos es sabido que es una cosa así como muy guay y transgresora.

Saber, sabe a té. Nunca he probado ninguna cosa de cannabis que tenga algún interés especial salvo los cigarrillos. El cannabis no sabe a nada, o si sabe a mi me da igual. Prefiero un caramelo de fresa que de cannabis.


Luego colocar yo diría que no coloca. Cuando pruebas algo de cannabis estás muy atento a tus sentidos, a ver si se nublan o algo. Te parece que ¡oye! puede que estés sintiendo algo. Pero no, nunca es nada. Cuando pruebas algo que coloca no tienes que estar atento a tus sentidos. En todo caso evadirte de ellos, para no estallar.

Con lo cual no auguro un gran futuro para C Swiss, porque no ofrece nada significativo en absoluto. Para los coleccionistas como yo es interesante porque es un trozo de mierda que se pudo ver por la calle en 2017, pero poco más.


Hombre, el bote es de papel. Eso es como un pelín de innovación y tal. Es naranja, que es un color que me gusta. Lo abres como un brick de leche, quitando una pequeña lámina de plástico. ¡Bueno! Por ver algo positivo en el trozo de caconi.

Lo único que tiene sentido en la industria del cannabis son los mais. El resto son todo aproximaciones hasta que lleguemos al feliz acontecimiento, que tendrá que llegar tarde o temprano.


Yo esta chusti me la he comprado porque no había Red Bull grande, que si no de qué.

Eso es a todo a lo que aspiran los cuñados: a que el bueno no esté disponible a ver si así rascan algo. Estos cuñados son un verdadero incordio. Renta básica ya, para que esta pobre gente no tenga que pasar por el durísimo trago de ganarse la vida.