No recuerdo muy bien este libro, pero
lo que sí conozco es mucho fantasma. Cómo he hilado la cuestión,
¿eh? Son muchos años.
Como ya te habrás dado cuenta, los
temas de los que hablo no tienen importancia alguna. Aquí el
protagonista soy yo y sólo yo. Hago como que te quiero hacer una
review de una cosa pero lo que en realidad quiero es darte la brasa
con mis cosas. ¡Pareces mi mujer!
Te hago como mimos a ver si tienes la
cortesía de escucharme un poquito. Ese es mi rollo. El de todo el
mundo, no te engañes. Todos somos así.
¿Existe algún tema más profundo e
inacabable que nosotros mismos? No, por eso es el tema que he elegido
yo. Para que me dure muchos años.
Bajo tu capa exterior yace otra más
profunda. Y, bajo esta, otra más profunda todavía. Así hasta que
llegues a la esencia última del universo. Y cuando llegues a esta
volverás a la primera capa exterior pero enriquecido por todo lo que
has aprendido en el viaje. Por lo tanto si quieres un concepto de
recorrido te aconsejo que te elijas a ti mismo. Igual te llaman
vanidoso o, en el peor de los casos, millennial. Pero cuando te lo
llamen recuerda que yo te doy mi aprobado.
¿Tu mujer no para de hablar? ¡Buena
cosa! Eso significa que tienes diversión para rato. Significa que tu
mujer es un ser complejo y maravilloso que sólo quiere expresarse
cual flor booming.
Por otro lado, puede que tú no tengas
ganas de escucharla cada vez que quiere florecer. En tal caso te
aconsejo que te aguantes, a ver si se va a buscar a otro que tenga
más paciencia.
Y por otro lado más todavía, no
puedes dejarla hablar sin sentido, sin colocarle un palito para que
trepe, como a un haba. Tienes que proporcionarle una estructura a la
chica.
¿Ves como el tema más profundo que
hay somos nosotros mismos? Espero que Google tenga espacio suficiente
en sus servidores para todo lo que tengo que decir.