lunes, 8 de mayo de 2017

Mir Barniz mate óleo

Esto me pasa por hacerme el comunista y comprar en papelerías de barrio. En El Corte Inglés jamás te venderían un barniz que hace que se corra la pintura.


Como mi concepto es que pase lo que pase siempre vale, me da igual. Pero admito que da un poco por culo ver cómo las líneas tan definidas se desdibujan como la sombra de ojos después de llorar.

Me encanta la sombra de ojos en los ojos llorosos de una chica, es pura poesía, por eso digo que me da un poco igual que este barniz haya sido un poco cagada.


Si se te corre el rimmel te conviertes es una obra de arte. En un juguete roto. Ya ves, tú te habías puesto todo guapa pero ha quedado claro que eres frágil como un jarrón de porcelana. Todos tus adornos se derriten ante la verdad apabullante: que eres más delicada de lo que nos querías hacer creer.

Te pusiste el rimmel para protegerte, para que todos creyésemos que eras una mujer fatal, pero ahora tu disfraz de deshace en pedazos. Y para colmo de ridículos lo estamos viendo en directo. Desde ese punto en el que ahora estás es desde donde deberías empezar a construir.


¡Pero si a mi me gustas así, hecha polvo! ¿Por qué te crees que me enamoré de ti? ¿Por tus habilidades pugilísticas?

No, hombre; me enamoré de ti porque eras lo más frágil que pude encontrar.


Así que no pienses que estás haciendo el ridículo. Bueno, ante los demás tal vez, pero aquí el que cuenta soy yo. En eso sí habías caído, ¿no? Eso espero.

Anda, límpiate. Que vaya espectáculo.