En esta película Alvin, Theodore y
Simon acaban en una isla desierta de la que tendrán que volver a la
civilización.
Alvin y las Ardillas es una estupenda
franquicia porque las ardillas hablan con voz graciosa y todo está
repleto de vivos colores.
En la isla, además, hay un tesoro. Y
la avaricia de una muchacha (sorpresa, los avaros suelen ser
muchachos) hace que Alvin y su familia las pasen canutas.
Con la derrota de Susana Díaz se ha
dado un castigo público ejemplar a todas esas mujeres que van por la
vida pincha-pincha pero no tienen talento en absoluto. Desde la
derrota de Susana tu compañera la putita tiene una cruz en la
espalda, porque piensa que a las putitas ahora se las derrota,
mientras que antes los medios ofrecían la imagen de que se iban de
rositas.
Vamos avanzando, ¿no os parece? Ahora
ya no sólo están perseguidos los mafiosos sino también las
putitas. Yo si fuera un mafioso o una putita estaría temblando,
porque los mafiosos y las putitas no tienen otro recurso en la vida
que la mafia y el pincha-pincha.
¡Ah! Haber estudiao. ¿A mi qué me
dices?
Alarma pensar que hay tanto mafioso y
putita suelto. ¿Dónde estaban antes? Antes de la crisis no se veían
tantos. ¿Estaban agazapados esperando el momento oportuno para hacer
su agosto? Pues vaya churro de jugada que les ha quedado, sólo les
ha durado diez años. Como os digo, son unos inútiles.
Ser un inútil es una cosa jodidísima
en 2017. Todo el mundo tiene unas habilidades casi cósmicas y tú
con lo de la mafia y el pincha-pincha. Es como si todo el mundo
llevase una pistola láser y tú llevas un tirachinas. ¡Valiente
perdedor!
Sin embargo, como a todas las mascotas,
a los mafiosos y a las putitas les guardo un lugar. Una excéntrica
camita de 10x15 centímetros, tamaño Alvin. ¡Ojalá cantasen tan
bien como él!