martes, 23 de mayo de 2017

Alvin y las Ardillas 3

En esta película Alvin, Theodore y Simon acaban en una isla desierta de la que tendrán que volver a la civilización.


Alvin y las Ardillas es una estupenda franquicia porque las ardillas hablan con voz graciosa y todo está repleto de vivos colores.

En la isla, además, hay un tesoro. Y la avaricia de una muchacha (sorpresa, los avaros suelen ser muchachos) hace que Alvin y su familia las pasen canutas.


Con la derrota de Susana Díaz se ha dado un castigo público ejemplar a todas esas mujeres que van por la vida pincha-pincha pero no tienen talento en absoluto. Desde la derrota de Susana tu compañera la putita tiene una cruz en la espalda, porque piensa que a las putitas ahora se las derrota, mientras que antes los medios ofrecían la imagen de que se iban de rositas.

Vamos avanzando, ¿no os parece? Ahora ya no sólo están perseguidos los mafiosos sino también las putitas. Yo si fuera un mafioso o una putita estaría temblando, porque los mafiosos y las putitas no tienen otro recurso en la vida que la mafia y el pincha-pincha.


¡Ah! Haber estudiao. ¿A mi qué me dices?

Alarma pensar que hay tanto mafioso y putita suelto. ¿Dónde estaban antes? Antes de la crisis no se veían tantos. ¿Estaban agazapados esperando el momento oportuno para hacer su agosto? Pues vaya churro de jugada que les ha quedado, sólo les ha durado diez años. Como os digo, son unos inútiles.


Ser un inútil es una cosa jodidísima en 2017. Todo el mundo tiene unas habilidades casi cósmicas y tú con lo de la mafia y el pincha-pincha. Es como si todo el mundo llevase una pistola láser y tú llevas un tirachinas. ¡Valiente perdedor!

Sin embargo, como a todas las mascotas, a los mafiosos y a las putitas les guardo un lugar. Una excéntrica camita de 10x15 centímetros, tamaño Alvin. ¡Ojalá cantasen tan bien como él!