4 € por Kung Fu Panda 3 me parece un
hallazgo digno de mención. No es que sea increíble, pero casi mejor
que no lo sea, para que os lo creáis y os animéis a encontrar
ofertas tan buenas como las que encuentro yo.
Si os pusiese metas demasiado elevadas
os frustraríais y quedaríais aplastados por la depresión. Aunque
si os las pusiese muy bajas no aprenderíais nada ya que no os
desafiaríais a vosotros mismos.
La educación de los zoquetes, entre
los que os contáis, es una labor muy delicada. Exige una atención
personalizada para las masas. ¿Es esto posible? Si eres yo
naturalmente que lo es.
Las masas, ese ente blando, maleable,
lo es porque nadie se ha preocupado de darle forma. O si lo ha hecho
ha sido con ceguera. Sin embargo yo, Rey de Reyes, estoy plenamente
capacitado para que dejéis de ser un trozo de mierda con patas y
podáis hacer una aportación valiosa a este mundo.
No son pocos los que han recibido la
desgarradora caricia de mi sabiduría y ahora son seres un poquito
más interesantes de que existan. Aunque sea un poquito. Tampoco se
le pueden pedir peras al olmo, ¿no?
Puede, pongamos por caso, que siempre
te hayan tachado de ser un randa. Un yonki. Un despojo. Y no niego
que lo seas, claro que no. Pero se me ocurre pensar que tu talento
especial tenga que ver con ser un yonki. Un yonki es una persona muy
apasionada. Nadie se deja consumir por una sustancia si no le
apasiona. Y ser apasionado es lo que piden en todas las entrevistas
de trabajo, para que curres mucho a cambio de pasión, no de dinero.
Puede que tengas que cambiar un poquito
el foco de tu pasión. Sólo un poco. No, no estoy diciendo que dejes
de pincharte. Aquí no pedimos imposibles. Sólo digo que desempolves
esa tabla de skate con la que jugabas antes de comprar burro. ¿Que
la vendiste en el Cash para pillar más burro? Hay que joderse
contigo.
En fin, pongamos por caso que no la has
vendido. Puestos a suponer...
Lo que digo es que no tienes que
cambiar. Eres el yonki skater del barrio. ¿Qué tiene eso de malo?
Peor sería ser el panadero de mi calle, que cree que tiene la hostia
de talento y no es más que un pobre diablo. ¿Ves, mi querido amigo
yonki? Eso sí que es triste, no lo tuyo.