Los Risketos Ligeros se diferencian de
los normales en que están hechos con un 30% menos de aceite.
O sea, que valen lo mismo pero tienen
menos ingredientes. Valiente mierda.
Yo no sé qué importará la cantidad
de aceite con la que frías algo. Partiendo de la base de que freír
cosas sea tan malo, que habría que verlo, ¿qué más da que uses 1
litro de aceite que 0,7?
Hombre, es más ecológico porque
gastas menos. En ese sentido vale. Pero entonces deberían llamarse
Risketos Bio Eco, no Risketos Ligeros.
Los productos ligeros sólo tienen un
efecto emocional y así es como hay que entender la cuestión. Cuando
compras Risketos Ligeros notas que la barriga te crece menos que con
los Risketos normales. Es todo mental, son imaginaciones tuyas. Pero
como la imaginación forma parte de la vida hay que jugar con ella en
el juego del business.
Tú no puedes extirparte la imaginación
como quieren los Illuminati que hagamos, sólo porque ellos no la
tengan. Tienes que entender que “tu mundo” y tu forma de
interpretar la realidad tiene que tener un sitio en esa mierda de
perro que llamas vida.
Por ejemplo, puede que seas una pedorra
infumable pero a ti te gusta pensar que eres una princesa. Pues claro
que sí. Así que aunque te quede como el culo tú habrás de
vestirte con jeans rosas, porque no te apetece sentirte como el pedo
cebollero que eres.
Es la imaginación, el glitter, lo que
te salvará del tope al que llegues en el mundo físico. El óptimo
es que ese tope sea suficientemente alto, porque si eres muy-muy pedo
cebollero, en serio “princesa”, vas a hacer el ridículo.
Intenta hacer las cosas lo mejor que
puedas y cuando ya veas que tienes algo potable adórnate con
glitter. Pero el rollo mona vestida de seda no mola hoy ni molará
nunca. Por si me estás interpretando mal y vas a empezar a hacer
cosas chungas. Que es que tú eres capaz. Que nos conocemos, y tú
eres capaz.