Tener el gusto más desarrollado que la
gente corriente es una putada, porque lo que a la gente le parece la
hostia a mi mñé. Por eso si no os llamo mucho no os enfadéis
conmigo, es que vuestra presencia me agrede en cierto modo.
El nuevo Galaxy está considerado como
la quintaesencia smartphone actual. A mi me parece el resultado de
unos copiotas que le han puesto a la Stacy Malibú un sombrero nuevo.
Aquí el único que puede hacer
smartphones es Steve Jobs, que para eso se los inventó él. Samsung
llegó, copió el trabajo fruto de los desvelos del típico americano
genial y se puso a hacer dinero con ellos. En la sociedad del futuro
esto estará prohibido y penado con la muerte.
No digo que una pantalla curva no sea
una cosa curiosa, lo mismo que lo es un plato cuadrado. Como ves
pocos así cuando ves uno dices “¡Anda! ¡Un plato cuadrado! ¡Qué
original!”. Pero yo como en platos redondos porque es más
práctico: no tienen esquinas y sobre todo son más baratos, porque
no son de diseño.
Es posible que en el futuro hacer
pantallas curvas sea más barato que ahora y todos tengamos teléfonos
con pantallas curvas. Pero yo diría que hay que ser canelo para
pagar un extra grandecito por tener una pantalla curva. Sólo es una
pantalla curva, tío. No es una innovación significativa.
El éxito del trabajo de Samsung temo
que es fruto del cuñadismo, ese ente diabólico que ha campado a sus
anchas durante la crisis. Básicamente quien se compre un Samsung S8
lo que quiere es darle en los morros a su vecino, como el niño que
presume del coche que tiene su papá cuando no aprueba ni de
carambola.
Y como para que haya bullys tiene que
haber tolilis los tolilis agachan la cabeza ante un teléfono que,
bueno, es un teléfono. Es muy bonito, pero más bonito es no
gastarse una pasta en algo tan de andar por casa a estas alturas como
un teléfono móvil.
Samsung para mi es el Audi de los
teléfonos móviles, algo que me pone rojo, pero no de ira. ¡De
vergüenza!
Tú imagínate qué espectáculo si vas
a tomar unas cañas y pones sobre la mesa un Samsung S8. Pueden
pensar de ti cualquier cosa. Si te lo compras, mejor no lo saques.