Con Eddie Murphy es difícil fallar.
Comprar Eddie Murphy es como comprar Ford, es una marca con tradición
y suficiente calidad como para estar tranquilo tras soltar la mosca.
Atrapado en un pirado va de eso que
todos hemos imaginado alguna vez: que somos meros vehículos
alienígenas aunque parezcamos personas normales y corrientes. Tú
crees que somos como tú pero ¡no! Somos una sonda exploradora de
una raza allende las estrellas y descubrimos con pasmo las costumbres
humanas.
Como yo he tenido la suerte y la
desgracia de mezclarme con gente de todo pelaje he quedado impregnado
por su esencia. Por suerte y por desgracia, insisto. Así que la idea
de que yo pueda venir de la constelación de Sirio (no Siro, como las
galletas) no hace que se agite mi pompis, porque me he mezclado
también con gente conspiranoica.
Ey ¿quién sabe? En un mundo cuyas
ideas dominantes son sandeces de la más baja estofa ¿por qué no
inventarte tus propias ideas dominantes que son sandeces de la más
baja estofa? Si yo hubiera aceptado las ideas-sandez que han imperado
durante la crisis no quiero pensar cómo habría acabado. Como tú,
igual.
Si quieres puedes pensar que ese señor
es ejecutivo y es muy respetable, pero también puedes pensar, si te
apetece, que ese señor lo que es es una mierda de perro cubierta con
purpurina. ¿Qué más da? Ninguna de las dos es exactamente la
verdad, pero ambas tienen partes ciertas. Así que si eres listo y
tienes respeto por ti mismo elegirás la versión que creas que es
más productiva para todos.
Mientras aterrices de pie puedes
montarte la paranoia que más te apetezca. Cuanto más complicada sea
la paranoia mejor creativo serás, porque un creativo se distingue
por ser capaz de sacar poesía de Garcilaso de unas cuchillas para
afeitarte las piernas. El único requisito es que al final todo
cuadre.
Puedes pensar que la macroeconomía es
una ciencia muy complicada que casi tiene voluntad propia o puedes
pensar que hay cuatro hijos de puta haciéndote el lío. Ninguna de
las dos te va a librar de que te hayan bajado el sueldo pero con una
te sientes cómodo y con otra menos. Con cuál te sientas cómodo
depende de ti, de tus características.
Puedes pensar que papá es un héroe o
que papá es un jeta. Depende de cuánto quieras a papá. Puedes
levantar y hundir imperios sólo cambiando el prisma desde el que los
observas. Así que aquí lo único que cuenta de verdad son tus ganas
de dar por culo o tus ganas de hacer algo constructivo. Lo demás son
excusas para justificar con qué pie te has levantado.
¿No es la imaginación algo que te
cagas de guay? De verdad, tú es que no la usas nada. La tienes de
forma testimonial, de adorno. ¿No te das cuen, apiticaun, de que
dentro de tu cráneo posees la herramienta definitiva para hacer un
mundo superchupi? Me tienes preocupado. Es que estás a uvas,
tronqui.