Si te gustan los artilugios
publicitarios que convierten la elegante obra de Carlos III en una
especie de parque de atracciones bananero te encantarán los mupis en
los que se anuncia esta exposición del arte de DC.
A mi me gusta tanto la contención como
la explosión de color. ¿Cómo conjugo polos aparentemente tan
distantes? Con mucho cuidado, como se conjugan casi todas las cosas.
Tengo mi habitación que parece esto la
casa del loco de El Silencio de los Corderos. Pero no tengo el mal
gusto ni la falta de cortesía para hacerle tragar a todo el mundo
con lo que es una aproximación estética personal.
En Europa, ya que tenemos historia, yo
opino que casi mejor aprovecharla. Para parque de atracciones de
plástico ya tenemos a los Estados Unidos, que ahora por dos duros te
plantas en Nueva York con Vueling.
Aquí, en mi Madrid, cosas así como
neoclásicas. Por ejemplo, los nuevos mupis LCD son modernos sin
perder la sobriedad monárquica de Madrid. Ahí Carmena bien.
Carmena, en general, todo bien. Hay que ser muy cínico para decir lo
contrario.
“No, pero los mupis de DC llaman
mucho la atención”. Y una mierda de elefante, y yo no voy poniendo
mierdas de elefante por la calle. Mira este.
Desigual, por ejemplo, también es una
marca como muy expresiva. Pero como la ves con tan buenas intenciones
y tanta falta de presunción haces la vista gorda a su supuesto rollo
chacho y te parece una marca honesta y simpática.
Honesto y simpático es lo que no es
este mupi de DC. Yo diría, en órdago final, que es deshonesto y
antipático. Fíjate lo que te digo.
Es que yo hilo muy fino. ¿Qué quieres
que le haga si hilo fino? ¿Que haga como que no hilo fino? Aunque
hiciese eso seguiría hilando fino.