martes, 2 de mayo de 2017

Tronkess

Siguiendo con el especial “Cosas que te encuentras cuando sales de Madrid que son flipantes de lo raras que son” hablaremos de Tronkess.


Tronkess son de la marca Frit Ravich, que no me suena. Me suena Tosfrit. Parece que si eres de fuera de Madrid y te dedicas a los aperitivos fritos tienes que poner en el nombre de tu marca “frit”. Si no igual la gente se confunde y piensa que vendes pistones o abanicos.

Frit Ravich suena como a marca de familia judía, que se quedó agarrada como una garrapata en la época de su expulsión y decidieron ganarse la vida haciendo gusanitos y cosas para niños.


El nombre de la variedad también evoca las características del producto: Tronkess suena a troncos de queso. Tronkess. En Frit Ravich tiene pinta de trabajar, por lo menos, un gurú.

Sin embargo, no todo es abominable: en la bolsa sale una mascota enmascarada, que es un Tronkess con cualidades humanas; tiene boca, ojos y actitud. Por detrás se nos informa que hay toda una serie de personajes en Frit Ravich, uno para cada variedad de aperitivos.


Hacer mascotas siempre mola. No creo que de las mascotas de Frit Ravich se llegue a hacer una serie de televisión, como ocurre con Pokemon, pero es de agradecer que se hayan molestado en pensar personajes y personalidades para que nuestra imaginación vuele mientras comemos Tronkess.

Las cosas de pueblo me gustan mucho por una cuestión clave: sin formación alguna en diseño o marketing consiguen lo que los niños de ciudad no son capaces de hacer ni aunque los maten: tener gracia. Ves anuncios de laboratorio in-ma-cu-la-dos pero completamente vacíos. Por eso es bueno tener en tu corazón un poco de Frit Ravich, para recordar que, aunque vivas en Madrid, tú no eres gilipollas.


Y luego los Tronkess no son más que Risketos pero de la marca Frit Ravich. Y, a su vez, los Risketos no son más que Torciditos al Queso, un snack desaparecido de Matutano.

Pero si nos ponemos así perdemos la magia.