lunes, 29 de mayo de 2017

Humana

Humana es la tienda de ropa de segunda mano que se preocupa por el desarrollo sostenible y el del tercer mundo.


Hace unos años comprar el Humana era contemplado como algo horrible, propio de gente con cero gusto. Hoy, por contra, es propio de personas que valoran el compromiso y, total, van a comprarse una camiseta Nike igual porque una camiseta Nike lo es sea de primera o segunda mano.

A mi me gusta comprar en Humana porque me gusta mucho el rollo mercadillo. En los mercadillos las clasificaciones de los objetos son medio anárquicas y tienes que rebuscar utilizando métodos de descodificación mental innovadores. Aquí las prendas no se clasifican por marcas o tallas sino por colores. ¿Cómo lo ves?


Yo lo veo muy bien. En realidad, me parece la clasificación más sensata de todas. El resto de clasificaciones son producto de una sociedad de consumo, por lo tanto molan menos. Mola más una clasificación como de niño pequeño, que por lo primero que clasifica es por colores.

El universo de las marcas es una construcción mental compleja y por lo tanto agotadora. No digo que no sea intelectualmente estimulante, pero lo que sí te digo es que yo tengo el cerebro suficientemente estimulado. Por que no me lo estimulen más en una buena temporada no me va a pasar nada, no te preocupes.


En cambio, puedes dejarme en paz e ir a estimulárselo a esos retrasados que llevan un SUV y que se creen que los pasos de cebra significan acelera.

Ese sería un comportamiento muy Humana, muy de ayuda al tercer mundo.


Yo, como Humana, también ayudo a los desfavorecidos. Por eso me rodeo de tontos pelaos a ver si consigo sacar algo productivo de un trozo de yeso.

Supongo que tengo la utopía muy estimulada también, visto lo visto.