De momento uso barniz mate porque me
parece menos heavy metal que el brillo. Pero quizás algún día me
pase al brillo. Tengo debilidad por lo trapense, por lo poco vistoso.
No digo que mal, las cosas vistosas;
digo que si te la juegas todo a lo vistoso puede venir una crisis
económica que lo arrase todo y te quedes desnudo, desprovisto de
todas las cosas vistosas que te cubrían. Y ahí vas a hacer un
ridículo que te cagas.
Las cosas que sustentan la vida de
forma real suelen ser sucias; las raíces de un árbol están sucias,
porque están en contacto con la tierra y las heces. Así que si te
pones tiquismiquis tu árbol frondoso pronto será una planta seca.
El sexo, hasta donde yo sé, también
es sucio. Se intercambian fluidos y todo tipo de ácaros que viven en
nuestra piel, de gorra. Sin embargo sin intercambiar sucios fluidos y
sin poner en común ácaros de distintas pieles la vida se acaba.
What I say is true.
Las sociedades avanzadas caen todas por
lo mismo, a poco que sepas historia. La Torre de Babel cayó porque
todos quisimos subir al cielo sin pasar por el trago de mancharnos de
barro. Así que Dios dijo “y un cuerno”, y lo derrumbó todo. La
Atlántida fue hundida por la misma soberbia. Y con la sociedad
occidental, que habitamos maltrechamente, ha ocurrido lo mismo.
Puede que pienses que un blog, con
tantas redes sociales a nuestro alcance, es un poco cutre. Y yo te
digo que sí, pero también son cutres las patatas con las que se
hacen las exquisitas Ruffles Matutano. Pero sin sucias patatas no hay
Ruffles. Y sin blog cutre tampoco hay Ruffles.
Que no digo que no te pongas guapo.
Digo que no olvides tus raíces.
Rayo McQueen tuvo que aprender esta
lección en Radiador Springs, la joya de la Ruta 66. Si has visto
Cars ¿por qué no entiendes lo que te digo? ¿Es que cuando tú ves
películas no te quedas con el mensaje?
Pues debe ser que no, porque aunque
Cars se estrenó con bastante éxito la sociedad se hunde. Y todo por
no escucharnos a Pixar y a mi.