lunes, 31 de octubre de 2016

Fashion Now


¡Pero bueno! ¡Esto es un coñazo! ¿Quién no sabe hoy en día de moda? ¡Todas las paletas saben de moda! ¡Todas!


Hoy saber de moda está en la categoría de hacer Zumba. Es tan de funcionaria que me voy a echar a llorar. ¿Pero cómo puedes leerte la Vogue cuando la lee esa chica de RRHH también? ¡Te estás rebajando! ¡Tu función es hacer lo CONTRARIO que esa peluquera! Cualquier día se van a pensar que tú también eres una peluquera.

No, no, no. No has entendido tu función en el mundo. Tu función no es mezclarte con la gente. Tu función es gobernarla, desde un púlpito inexpugnable. La democratización está muy bien para cosas menores, como la sanidad o la educación. Pero la modernidad no es para cualquiera. Eso no puede ser democrático. En esto sí que soy un Primo de Rivera.


Primo sabe que eso del dinero no es para cualquier campesino. Pues bien, yo sé que esto de la modernidad no es para cualquier peluquera. ¡No y mil veces no! ¡Tú no estás genéticamente preparado para esto! ¡Es como si dejásemos correr carreras de galgos a cualquier pastor alemán, que tenía que estar entre las ovejas! ¡Eso no se puede permitir! ¡Se pierde el pedigrí! ¡La sangre azul!

Si dejas pasar a cualquier indocumentado a este mundo futurista te lo va arruinar. Se meterá en el teletransportador y se le colará una mosca durante el teletransporte, y acabará convertido en un ser monstruoso, como esa peluquera ha terminado, mezclando churras con merinas. Pero si yo es por ellos. No por mi. Por ellos.


Hijo, es que tú para esto no vales. Lo siento mucho. Ves más abajo. Ahí cogen a cualquiera. Aquí no. Aquí prohibimos el paso por tu propia seguridad. No sabes manejar las herramientas que aquí hemos desarrollado. ¡Te puedes reventar una mano! Los que aquí estamos tenemos estudios, son muchos años aprendiendo cómo molar, yendo paso a paso, estudiando cada verso, por desgracia para ti.

Aquí manejamos pistolas láser como tú manejas el Metrobús. Cotidianamente.


Tenemos que tomar estas decisiones por el bien del mundo. Para que el mundo no explote, porque esto es una central nuclear. No puedes tocar las máquinas que aquí tenemos porque no tienes preparación. Puede ocurrir una desgracia. Puedes dejar a toda la población como El Hombre Elefante, si es que eso no ha empezado a ocurrir ya, a causa de tu osadía, de creer que lo sabes todo.

¡Y no! ¡Tú al extrarradio a hacer mechas californianas! ¿Pero tú qué te crees?