Yo quiero que mi mujer sea como Laura
Pausini. ¡Mira qué calladita está, mirando para un lado! Laura
sabe que aquí el gracioso soy yo y por eso me deja a mi hacer las
payasadas. Ella se dedica a ponerse un chaleco horrible.
El chaleco de Laura en esta portada es
heavy metal. Mötley Crüe al lado del chaleco de Laura son los
Teletubbies. Ahí lo tienes, con unos horripilantes bordados de
flores que hacen que te sangren los ojos, como si tal cosa. ¡A Laura
le da igual! ¿Sabe Laura que está gritando al mundo con odio o ni
de eso se da cuenta? ¿Tan atontada está Laura mirando hacia un
lado, viendo sabe Dios qué? ¡Por Dios, Laura! ¡Reacciona!
Laura está a uvas. Laura no tiene ni
puta idea de que es un volcán a punto de explotar. Tanto es el odio
que Laura lleva dentro que se pone esos chalecos, para decirnos,
discretamente, que nos odia a todos a saco Paco. ¡Os odio a todos,
hijos de puta! Pero como soy una recatada señorita tengo que montar
estos atentados estéticos para que no se me derrumbe el edificio.
Para las chicas expresar emociones
extremas es una putada, porque de expresarlas dejarían de ser unas
recatadas señoritas. Para eso se inventó el lenguaje de los
abanicos, para decirle a la gente, sin que se dé cuenta, que
cualquier día de estos os voy a desgarrar la yugular. Si una mujer
expresa emociones extremas deja de serlo, porque las mujeres son
finas, no extremas, y si expresan algo más que un popotito serán
tachadas de locas y todo se irá a tomar por el puto culo.
Los chicos son igual de idiotas, sólo
que eso es tan evidente que ya ni reparamos en ello. Pues por
supuesto que los chicos son subnormales. Eso lo sabe todo el mundo.
No hace falta incidir en lo obvio.
Yo, como soy un chico, puedo decir
burradas sin que me llamen lesbiana. Por el contrario, si me comporto
de forma refinada seré un maricón y todos se reirán de mi. Cada
uno estamos jodidos de una manera particular, ser capaces de
expresarnos dentro de ese molde social dependerá de nuestra pericia,
de nuestra inteligencia. Puedo cansarme de todo, porque no se me deja
ser refinado ni a tiros, y de repente convertirme en una marica loca,
que no es más que un hombre hasta las pelotas de no poder expresar
su lado femenino y se ha echado al monte. Asimismo, una lesbiana es
una chica que no entiende por qué ella no puede jugar al fútbol y
se ha rapado la cabeza y ha engordado 100 kilos, aunque sólo sea
para mandar a tomar por culo a todo cristo.
Lo bonito del arte pop es cómo se
expresa el alma humana dentro del capitalismo, este molde tan
cachondo, tan loco, tan pasado de vueltas. Yo puedo crujirme a Red
Bulls pero no puedo decir que esa ópera me ha parecido conmovedora.
Así que tengo que ver cómo me las arreglo para decir lo que quiero
decir teniendo en cuenta que según qué cosas no pueden ser dichas.
¡Diablos! La paloma se quejaba de la resistencia del aire para
volar, pero también es cierto que sin el aire la paloma caería al
vacío, ya que los óleos sin lienzo no tienen sentido.
Así que queridas amigas lesbianas,
queridos amigos maricones, queridos borricos normales, queridas memas
corrientes: da igual. Ya sé que está la cosa muy jodida, pero algo
habrá que inventar. Matrix se cierra cuando hallamos una nueva
salida y, a la vez, cuando se cierra una salida nosotros inventamos
otra. No hay ningún Arquitecto, no hay ningún Neo, no hay tal
Agente Smith. Somos todos, somos todos ellos en una misma persona. Yo
soy el Smith de un Neo y a la vez yo soy el Neo de un Smith. No os
trilléis tanto la cabeza, por Cristo.
Es todo un juego.