martes, 25 de octubre de 2016

Laura Pausini


Yo quiero que mi mujer sea como Laura Pausini. ¡Mira qué calladita está, mirando para un lado! Laura sabe que aquí el gracioso soy yo y por eso me deja a mi hacer las payasadas. Ella se dedica a ponerse un chaleco horrible.


El chaleco de Laura en esta portada es heavy metal. Mötley Crüe al lado del chaleco de Laura son los Teletubbies. Ahí lo tienes, con unos horripilantes bordados de flores que hacen que te sangren los ojos, como si tal cosa. ¡A Laura le da igual! ¿Sabe Laura que está gritando al mundo con odio o ni de eso se da cuenta? ¿Tan atontada está Laura mirando hacia un lado, viendo sabe Dios qué? ¡Por Dios, Laura! ¡Reacciona!

Laura está a uvas. Laura no tiene ni puta idea de que es un volcán a punto de explotar. Tanto es el odio que Laura lleva dentro que se pone esos chalecos, para decirnos, discretamente, que nos odia a todos a saco Paco. ¡Os odio a todos, hijos de puta! Pero como soy una recatada señorita tengo que montar estos atentados estéticos para que no se me derrumbe el edificio.


Para las chicas expresar emociones extremas es una putada, porque de expresarlas dejarían de ser unas recatadas señoritas. Para eso se inventó el lenguaje de los abanicos, para decirle a la gente, sin que se dé cuenta, que cualquier día de estos os voy a desgarrar la yugular. Si una mujer expresa emociones extremas deja de serlo, porque las mujeres son finas, no extremas, y si expresan algo más que un popotito serán tachadas de locas y todo se irá a tomar por el puto culo.

Los chicos son igual de idiotas, sólo que eso es tan evidente que ya ni reparamos en ello. Pues por supuesto que los chicos son subnormales. Eso lo sabe todo el mundo. No hace falta incidir en lo obvio.


Yo, como soy un chico, puedo decir burradas sin que me llamen lesbiana. Por el contrario, si me comporto de forma refinada seré un maricón y todos se reirán de mi. Cada uno estamos jodidos de una manera particular, ser capaces de expresarnos dentro de ese molde social dependerá de nuestra pericia, de nuestra inteligencia. Puedo cansarme de todo, porque no se me deja ser refinado ni a tiros, y de repente convertirme en una marica loca, que no es más que un hombre hasta las pelotas de no poder expresar su lado femenino y se ha echado al monte. Asimismo, una lesbiana es una chica que no entiende por qué ella no puede jugar al fútbol y se ha rapado la cabeza y ha engordado 100 kilos, aunque sólo sea para mandar a tomar por culo a todo cristo.

Lo bonito del arte pop es cómo se expresa el alma humana dentro del capitalismo, este molde tan cachondo, tan loco, tan pasado de vueltas. Yo puedo crujirme a Red Bulls pero no puedo decir que esa ópera me ha parecido conmovedora. Así que tengo que ver cómo me las arreglo para decir lo que quiero decir teniendo en cuenta que según qué cosas no pueden ser dichas. ¡Diablos! La paloma se quejaba de la resistencia del aire para volar, pero también es cierto que sin el aire la paloma caería al vacío, ya que los óleos sin lienzo no tienen sentido.


Así que queridas amigas lesbianas, queridos amigos maricones, queridos borricos normales, queridas memas corrientes: da igual. Ya sé que está la cosa muy jodida, pero algo habrá que inventar. Matrix se cierra cuando hallamos una nueva salida y, a la vez, cuando se cierra una salida nosotros inventamos otra. No hay ningún Arquitecto, no hay ningún Neo, no hay tal Agente Smith. Somos todos, somos todos ellos en una misma persona. Yo soy el Smith de un Neo y a la vez yo soy el Neo de un Smith. No os trilléis tanto la cabeza, por Cristo.

Es todo un juego.