lunes, 24 de octubre de 2016

Michael


Este disco por la portada parece un recopilatorio, pero no conozco una sola de las canciones que vienen. Así que me imagino que no lo será.


Este disco me lo compré en una gasolinera. Las gasolineras son paraísos para el consumidor de objetos insólitos. Ahí puedes encontrar auténticas rarezas que en la ciudad no las vas a encontrar.

En gasolineras he encontrado juegos de 360 y de DS que te cagas en las bragas. Ahí los tienen, sin darles importancia, sin darse cuenta de las joyas que poseen, o sin querer dársela, porque son así de vanidosos.


Entrar en una gasolinera es toda una aventura. Nunca sabes lo que te vas a encontrar. En unas tienen productos típicos de la zona y en otras no. Algunas tienen distribuidoras que les traen productos de Grefusa y otras no. Algunas tienen bazar, además de la zona de alimentación, y otras no. En algunas te sientes amenazado, de alguna manera, y en otras no.

En las gasolineras tienen precios distintos en la gasolina. En algunas está más barata y en otras está más cara. Sólo tu pericia o tu suerte harán que compres la gasolina más cara o más barata. De elegir una u otra dependerá que ahorres tus buenos 5 euros por un repostaje.


Lo fácil es meterse en la de Repsol, que se parecerá a la que tienes en la esquina de tu casa en Madrid y será un rollo estar en ella, porque ya conoces lo que hay en las gasolineras Repsol. Lo interesante será meterse en una Galp o algo así, porque ahí las normas son otras y el espíritu de la aventura es lo que te ha lanzado a la carretera, así que si te metes en una Repsol serás un gallina, y si te metes en una Galp serás un valiente.

Puedes elegir autopista de peaje o esquivarlo por la nacional. Por la nacional subes cuestas, ves paisaje y te vienen coches de frente. Por la autopista pagas diez euros, no ves paisaje y no vienen coches de frente.


La carretera es una aventura, y si no te la tomas como tal no sé para qué coges el coche. Una aventura es para hacer cosas que no haces en casa, porque para eso ya tienes tu casa. Tu casa es el mejor sitio donde estar, pero no pasan cosas inusitadas. Y un hombre ha de explorar, ha de descubrir cosas inusitadas para hacerse un hombre.

Si te pillas un chochín a las primeras de cambio y haces un nidito de amor pocas cosas le vas a poder ofrecer a tu chochín, porque no has vivido, porque no te has hecho un hombre. Y a los chochines les gustan los hombres, creo.