Este es un grupo en el que me parece
que estaba Joe Crepúsculo, que canta una canción que a mi me gusta
mucho que se llama La canción de tu vida o algo así, pero en
solitario, no con el grupo este.
Creo que ese gachó es sevillano. ¡Anda
morena! ¡Sevillano y moderno! ¡Blanco y negro! ¡Reptil y mamífero!
¡Joe todo lo quiere!
No, no, no, las dos cosas no puede ser.
Si eres sevillano tienes que ser folclórica, eso lo sabe todo el
mundo. Desde la Comisión Europea y desde la Troika han sido claros:
los sevillanos a cantar el lerele.
Desde el Parlamento Europeo se decide
lo que tú puedes hacer y lo que no. Tu independencia es una farsa,
te quedaste sin ella cuando votaste que sí a los tratados de la
Unión. ¿Y qué? ¡Buena cosa es esa! ¿Para qué rayos quieres la
independencia, si todos te conocemos de sobra? ¿Vas a cambiar de
repente cuando seas independiente? No, vas a ser el mismo tuercebotas
que siempre has sido. Sólo que encima irás de subidito, o sea, lo
que te faltaba.
Es mejor que los asuntos se decidan en
un solo sitio, así acabamos antes. Si no esto son una horda de
tribus cada una con sus tonterías. ¡Es que yo quiero un taparrabos
nuevo! ¡Es que mi lanza ya no pincha bien! ¡Necesito una lanza
nueva! ¡Por Dios! ¿Para qué queréis ser independientes si ni
siquiera sabéis cuidar de vosotros mismos?
El día que sepáis cuidar de vosotros
mismos y llevar una familia como Dios manda no hará falta ningún
Parlamento Europeo. Será una mera cuestión de administración, un
sitio dedicado a resolver problemas y no a juntar a un par de cientos
de subnormales a pelearse los unos con los otros. Porque si no sabes
ver que tu hija quiere ponerse ese gorro y no el que tú le quieres
poner, que es mucho más feo, ¿cómo vas a ser capaz de negociar
asuntos de vital importancia? No puedes. No estás preparado.
Yo también quiero ser independiente.
Quiero hacer lo que me salga del rabino, ese que tanto me gusta. Lo
limpio todos los días con un trapo y con ese producto que sirve para
limpiar la plata. Por eso no abro la puta boca. Por eso estoy cada
día afanándome para aprender a resolver los problemas de los que
tengo más a mano, que son mi familia y mis amigos, los tuercebotas
más majestuosos que he tenido el disgusto de conocer. Así, y solo
así, se logra la independencia, necesitando cada vez menos a los
demás. Y este es un trabajo que hemos de hacer todos, no sólo yo.
Si tú no haces tu parte te voy a mandar a tomar por culo, porque yo
soy el que mando y digo que tú no estás preparado para tomar
decisiones.
La independencia no se gana en plan
Astérix, se gana trabajando, siendo serio y teniendo amor por los
demás. ¿Qué carajo de independencia quieres tú, hijo? ¿Qué
capricho tienes? Dime. Papá te lo resolverá.
¿Ves? Necesitas a papá.