Menudo coñazo que me parecen las cosas
sanas. ¡Las cosas sanas no molan! ¿Por qué se esfuerzan en hacer
un packaging que empatice con nosotros? Si no lo van a conseguir.
Lo sano no mola, porque si molase te
quedarías toda la vida con tu madre y no harías amigos. La gracia
de los amigos es que son insanos, por eso molan. Un amigo sano es
algo no computable para mi.
Estas marcas son como tu amigo sano.
Que sí, que todo está perfecto, pero prefiero el Red Bull. ¿Por
qué? Porque me quiero divertir.
La diversión tiene riesgo, porque si
no estarías trabajando en Mapfre y no buscándote la vida. Mapfre te
cuida pero es un coñazo. ¡Diablos, yo ya estoy suficientemente
sano! No quiero más salud a mi alrededor, porque me aburro.
Las lanzas y las flechas molan aunque
son muy peligrosas, por eso hacen juguetes de hachas y proyectiles en
general y no de aspirinas. Bueno, hay niñas que juegan a ser
médicos. Pero bueno, eso son cosas de niñas. No cuentan.
Las cosas de niñas son un coñazo. Son
bonitas pero muy aburridas. Las cosas de niñas sirven para hacer
bonito, no para usarlas. Sirven para adornar. Para nada más.
Las bicicletas tienen que ser de cross,
no de paseo. ¿No es esto evidente? Tío, ¿por qué vas montado en
una bici de paseo?
Las niñas tienen bicis con cestitas
porque son niñas. Recogen flores porque son niñas. ¿No es eso lo
bonito, que recojan flores? Yo prefiero que sean ellas las que se
dediquen a recoger flores, porque a mi se me da fatal. Soy muy
manazas. Recógelas tú.
¿Me toca escuchar cómo ha ido tu
jornada de recogida de flores? Diablos. Venga, va, cuenta. Cuéntame
lo de las putas flores. Soy todo oídos.