Nintendo inventa, los demás
implementan. Siempre ha sido así.
Las buenas acciones tienen su premio y
Nintendo pasará a la gran liga de los parques de atracciones y los
mundos de luz y color, como Disney.
No cualquiera puede ser el guardián de
los sueños de los niños. Sólo alguien muy bueno.
Para proteger a los niños hay que
pensar como ellos, por eso esas madres alocadas pidiendo más
regulación son unos guardianes deficientes. No tienen categoría. No
conocen aquello que dicen amar.
Las madres fuera de sí se aman a sí
mismas, a su papel de madre. Si no no tratarían de regular lo que
les gusta a sus hijos.
Si no comprendes a un niño no lo
puedes proteger. No tiene más.
Eso sí, puedes intentarlo. La defensa
también necesita soldados rasos. Eso sí.
Dejemos, por tanto, que Miyamoto sea el
Guardián Jefe y las madres alocadas se dediquen a la protección
superficial, no a la intelectual.
Sí, la protección intelectual, les
dejamos. Eso sí que tendría gracia.