He encontrado unas piezas muy
especiales. Paso a explicar por qué.
De pequeño jugaba con mi vecino
Ricardo con las pistas Hot Wheels. No jugábamos al juego que
proponía la caja, sino que inventábamos pistas que nos parecían a
nosotros bien y se trataba de lanzar el coche lo más lejos posible
sin que se saliese.
Cada uno tuvo un coche preferido: él
Tito Corvette, un Corvette, y yo Monstruitos Martel, un coche que
tenía forma de dragón con una cabeza delante y otra detrás.
O sea, que he ido a dar una vuelta a El
Corte Inglés y me he encontrado dos de mis más queridos tesoros de
la infancia uno al lado del otro. Tan válidos como el primer día,
sólo con un color distinto. Lo que mola mola eternamente.
Sus nombres eran mezclas del nombre del
coche y nuestros luchadores preferidos de la WWF, el de él Tito
Santana y el mío Modelitos Martel.
Curiosamente estos dos luchadores
formaron equipo juntos, como todavía hacemos él y yo.
¿Se te ocurre un milagro de Navidad
más explosivo que el que acaba de sucederme a mi? No creo.
Si tienes un milagro mejor házmelo
saber. Pero, en serio, me temo que esto no podrás superarlo jamás.
Hay que tener mi Special Touch ®.