Los juegos de Saturn tienen un je en
sais quoi que me tiene hipnotizado. De la Saturn japonesa, claro
está. Los de aquí no son iguales.
El juego que sea da igual; lo que mola
es esa banda dorada en la que pone Sega Saturn. ¡Mmmmmm la banda
dorada!
Lo único bueno que ha hecho Apple
desde que murió Steve Jobs son los móviles dorados. Ya está. Hasta
ahí llegaron los hipsters. No está mal, ¿eh?
Los hipsters son pura impostura. Te
cubren el mundo de dorado mientras este implosiona a base de hacer
cosas mal. ¿Qué osadía hay más nauseabunda en estos tiempos que
un teléfono móvil dorado?
Es tan osado que estoy pensando en
comprarme uno. No, no un iPhone. No está el horno para bollos. Me
refiero a uno chino de estos. Amazon está lleno de teléfonos
dorados por 80 euros. Así sí.
Ser vomitivamente obsceno es algo que
me gusta mucho. Me recuerda a las bacanales de otros tiempos, donde
yo sería un Rey. Vomitaría la pizza que me acabo de comer y pediría
otra a Papa John´s, la nueva pizzería que mola en la ciudad.
Y con los vómitos haría una figurita
que le vendería a tu madre por muchos, muchos euros. Y ella
encantada, la muy puta.
Tener un móvil de oro es algo
repugnante, por eso me gusta. Porque a mi me gustan las cosas
repugnantes.
Es posible que me compre un móvil de
oro.