martes, 13 de diciembre de 2016

Eve The lost one Sega Saturn

Los juegos de Saturn tienen un je en sais quoi que me tiene hipnotizado. De la Saturn japonesa, claro está. Los de aquí no son iguales.


El juego que sea da igual; lo que mola es esa banda dorada en la que pone Sega Saturn. ¡Mmmmmm la banda dorada!

Lo único bueno que ha hecho Apple desde que murió Steve Jobs son los móviles dorados. Ya está. Hasta ahí llegaron los hipsters. No está mal, ¿eh?


Los hipsters son pura impostura. Te cubren el mundo de dorado mientras este implosiona a base de hacer cosas mal. ¿Qué osadía hay más nauseabunda en estos tiempos que un teléfono móvil dorado?

Es tan osado que estoy pensando en comprarme uno. No, no un iPhone. No está el horno para bollos. Me refiero a uno chino de estos. Amazon está lleno de teléfonos dorados por 80 euros. Así sí.


Ser vomitivamente obsceno es algo que me gusta mucho. Me recuerda a las bacanales de otros tiempos, donde yo sería un Rey. Vomitaría la pizza que me acabo de comer y pediría otra a Papa John´s, la nueva pizzería que mola en la ciudad.

Y con los vómitos haría una figurita que le vendería a tu madre por muchos, muchos euros. Y ella encantada, la muy puta.


Tener un móvil de oro es algo repugnante, por eso me gusta. Porque a mi me gustan las cosas repugnantes.

Es posible que me compre un móvil de oro.