Esta revista daba sensación como de
super aburrimiento.
Se llama Dolmen. Joder, no hay nada más
aburrido que un dolmen. Un menhir mola más porque lo lleva Obelix.
Por eso yo esta revista sólo la tenía
para que, al verla, recordase cuánto y cuán profundamente sabía de
comics.
Pero como a mi no me interesan las
medallas sino aprender más y más, dejé los comics sin sacarle a mi
conocimiento rendimiento económico para aprender sobre la siguiente
cosa, los videojuegos.
Y los videojuegos ya los he masterizado
también. ¿Qué será lo siguiente?
No lo sé. El conocimiento ha de ser
como un cajón de sastre que no pesa. Saber cosas es lo mejor que te
puede pasar en tu vida.
Así podrás aportar cosas muy
interesantes a las situaciones.
Así que el conocimiento ha de ser una
joya de la que no hay que presumir. Tanta es su categoría que hay
que rendirle pleitesía en privado, como a Dios, porque las cosas
divinas son muy pudorosas.
Ahora, si quieres ir dando conferencias
en el TED, exhibiéndote como una puta... Allá tú.