Con este aparato haces que funcione una
PSOne. No está mal.
Hacer funcionar una PSOne no está al
alcance de todos. Hay que tener un cariño especial por los polígonos
de primera generación, aquellos que eran horribles.
Amar la PSOne es como amar al hombre
elefante.
La PSOne fue la primera consola que nos
vendió polígonos horribles como si fueran oro recién extraído de
la mina. Algún mérito tendrá PSOne, por tanto.
Jugar al primer Alone in the Dark es
como... Como lo mejor. A pesar de sus horribles polígonos.
Conseguir una atmósfera de tensión
tan lograda con aquellos cagarros de polígonos le hace a uno pensar.
Mejor dicho: le exime de pensar. Uno se
olvida de los pobres medios que se nos ofrecen y nos dejamos llevar
por la historia. Así que muy buena debe ser esa historia, digo yo.
Contar una historia brillante con pocos
medios es el arte más alto. Luego llega el éxito, pero el arte más
alto se consiguió antes de que llegara este.
Por eso, niños, tenéis que amar
vuestras raíces.