lunes, 19 de diciembre de 2016

El Víbora comix para supervivientes

Cuando ya casi estaba acabada, El Víbora sacó esta portada como su canto del cisne. Como diciendo “ahí queda eso”.


El Víbora estaba dejando de molar desde hacía mucho. Lo único que les mantenía eran los internacionales Ralf König y Peter Bagge, y nacionales sólo Mauro Entrialgo y Álvarez Rabo, aunque este quizás ya había ejecutado su famoso y genial suicidio creativo.

Total, que tenía demasiada dependencia del exterior y nacionales eran dos que sólo hacían una página por número. Una metáfora de España. Tiene demasiada dependencia exterior y aquí cosas que valgan las hacen dos y con cuentagotas.


Total, que König y Bagge se fueron a Alemania y Estados Unidos respectivamente, Entrialgo se fue a El Jueves y Álvarez Rabo se iría, imagino, a seguir vendiendo bambas en El Corte Inglés y a hacer comics sobre cocineros vascos, según vi más tarde. Álvarez Rabo siempre fue el más genial. The Special One.

El Víbora era la revista que había que leer. Si veías a otro leyendo El Víbora sabías que ese tío sabía de qué iba la cosa. En este hecho se basó mi amistad con Jorge Cano. Fíjate qué fáciles son las cosas.


Hoy en día están El Jueves y Mongolia, pero no son lo mismo. El Víbora era más guay.

Igual hay alguna revista genial por ahí, pero yo no la conozco.


Hombre, Makinavaja hacía a El Jueves grande, pero Ivá ya murió. Y Para ti que eres joven, pero sus autores ya no son jóvenes. Ni de lejos.

Total, que mejor meterse en Internet, porque es gratis y todo lo que hay es mejor que lo que hay en los kioskos.