viernes, 30 de diciembre de 2016

Cover girl Tu mundo... Tu revista

Me gusta comprar juegos chungos. Como diciendo “mira a lo que hemos llegado como humanidad”.


Los productos especialmente innecesarios tienen un encanto especial, como las personas especialmente innecesarias.

Hay personas que no sirven para nada pero que son como un adorno que te ha hecho tu hijo con arcilla: algo que es horrible pero que no es plan de que lo tires a la basura.


Si nos ponemos en este plan podemos llegar a purgas tipo Podemos.

No digo que no me apetezca, digo que hay que ir con cuidado, como cuando podas una planta. A ver si de la emoción te vas a llevar alguna hoja sana.


Las purgas son necesarias. Sirven para que la gente menor no moleste a la mayor. La gente menor, al serlo, no es consciente de su inferioridad y hay que conducirla hacia puestos apropiados a su pequeñez sin que su ridículo orgullo quede dañado.

Es labor de artesano, no se crea usted. Hay que hilar fino.


Porque a ver cómo le dice usted a ese inútil que lo es. Se ofendería, ya sabe usted cómo son los inútiles, ¿no? Muy sensibles.

Por eso, por el bien de los inútiles, hay que engañarles, como la mano invisible de Adam Smith. Para ir colocándolos en su lugar. En plan mano invisible, ya sabes.