domingo, 25 de diciembre de 2016

Ruffles sabor a jamón

Las patatas fritas con sabor a jamón son las mejores. Yo dejaría de hacer más sabores porque no tienen ningún sentido.


Basta con que haya patatas fritas normales y sabor a jamón. El resto es un gasto inútil de energía.

Demasiados sabores reflejan una empresa que no tiene claro qué quiere hacer y qué no.


Aquello de sacar Doritos con sabores “secretos”, sólo llamados A y B quería ser como guay pero no lo era.

Muy forzado.


Hubo unos tiempos en los que Matutano tenía como millones de sabores y variedades y se sentía como muy bien por ello. Hoy en día es hora de pasar la criba y que quede sólo lo importante. Y eso es sólo el sabor jamón.

El resto de sabores son prescindibles. Cuesta dinero desarrollarlos y, colocados en el lineal, ofrecen una imagen difusa de la marca.


Como en Podemos, en Matutano hay que hacer una criba. Que sólo se queden los que de verdad aportan algún valor.

El resto, a la calle.