Estas mierdas me gustan mucho. Al final
nunca las uso, pero paso un rato ensoñando qué podría hacer con
los cupones descuento que acabo de conseguir.
¿Iré al Friday´s? Ay, no, que el
Ricardo sólo puede los viernes, y esto es de lunes a jueves.
Del Burger paso, que últimamente estoy
poco guarrer, yo.
Y el Kentuky dicen que los pollos son
biónicos. Pasando.
Vamos, que nunca uso estas mierdas, al
final.
Pero lo importante no es lo prácticas
o no que sean las cosas, es la ilusión que te hacen. ¡Ya veis a
dónde lleva el neoliberalismo! A que la única ilusión posible sea
la de que eres libre, por alguna razón.
Por eso es importante tener ilusiones
fuera del neoliberalismo. Si dejamos todo esto yermo, con cuatro
chamizos mal montados, aquí no va a querer venir nadie. Hay que
hacer atractivo el mundo más allá del alambre de espinos del
sistema.
Un sitio puede ser todo lo estupendo y
justiciero que le dé la gana, pero si no hay Casera nos vamos.
Una cosa es ser podemita y otra es ser
-agh- pobre.