Cuando el mundo se derrumba, cuando
Podemos ya no se sabe si son buenos o muy malos, muy malos, siempre
queda Don Miki. Siempre.
Don Miki nunca te ha fallado. Nunca ha
querido ir de lo que no es. Don Miki te dice que es un semanario
juvenil y que cuesta 40 pesetas. Y que es el número 2.
¿Dónde te dice Don Miki que es “el
cómic definitivo” o “la mejor lectura que podrás hacer este
año”? En ninguna parte. Porque Don Miki sólo es un semanario
juvenil que cuesta 40 pesetas y que es el número 2.
Don Miki no te dice que es “un viaje
la a la nostalgia” o que “volverás de nuevo a sentirte como un
niño”. No. Don Miki, insisto, sólo dice que es un semanario
juvenil que cuesta 40 pesetas y que es el número 2.
Yo, francamente, estoy como muy cansado
de que me la cuelen. Hoy todo el mundo intenta colártela, incluso
cuando van de buenos. Unos van de serios y son unos ladrones. Otros
van de buenos y son unos hijos de puta. ¡Joder!
¿Qué rayos es eso tan importante que
quieres conseguir para que vayas intentando colársela a todo el
mundo? Diablos, ya puede ser guay. Hipotecas tu alma por eso. ¿De
qué se trata?
¿Es para ser el más guay de la clase?
Hombre, pues dándole por culo a todo el mundo no lo vas a conseguir.
Así lo que conseguirás es ser la puta de la clase.
¿Es para ocultar puntos débiles? No
te chines, hombre, todos tenemos puntos débiles. Por eso nos
necesitamos los unos a los otros, para protegernos los puntos débiles
los unos a los otros, no para aprovecharnos de ellos y sacar tajada.
Así que ¿de qué se trata? ¿De un
mecanismo defensivo? Bueno, vale, lo que sea. Con tu permiso, te
tendré como un insecto en una cúpula de cristal y te estudiaré. A
ver si así entiendo algo.