Uy, este juego era malillo. Pero
malillo-malillo, ¿eh? Intenté darle una oportunidad pero no sirvió
de nada.
El drama es que es de Konami. Ayer vi
una gorra que ponía “Let´s make Konami great again”. Me pareció
catastrofista, pero ahora que recordamos este juego, no sé, igual no
lo es tanto.
Después de ver la gorra me metí en la
página de Konami, a ver qué estaba haciendo para que tuviese tan
mala fama. Y, bueno, no estaba tan mal. Konami hace el Pro. Con eso
ya se salva.
Que sí, que no innova ni nada de eso.
Ya. Pero bueno, a ver si ahora va a tener que ser innovador todo
cristo, ¿no? Dejadnos respirar.
La innovación por la innovación es un
pecado de impostura muy gordo. La innovación sana es la que sale de
un estadio previo de tedio. Como estás aburrido de lo que hay
innovas, eso tiene sentido. Pero si innovas sin estar aburrido de lo
que hay eres un farsante, un tío que hace las cosas sólo para que
le llamen “innovador”.
Con lo cual si todavía no te has
aburrido de hacer el Pro pues, chico, sigue haciendo el Pro. Claro
que sí. Que se jodan los fans. Los fans son de un caprichoso que uno
no aguanta, de verdad.
Si fuera por los fans todo sería como
el Homer, ese coche que se diseñó basándose en los caprichos de
Homer Simpson. A los fans no hay que hacerles caso porque no tienen
estudios. Si los tuvieran no serían fans, serían estrellas.
¿Veis lo que pasa por hacerle caso a
los fans? Que en Super Street Fighter IV no se puede dar la última
hostia de remate después del KO. Y la canción de intro es menos
cheesy. ¿Por qué? Porque los fans son gilipollas. Por eso hacen
sugerencias gilipollas.
Los fans son gilipollas. Insisto. Los
fans son gilipollas. No les hagáis caso.