Esta revista sobre videojuegos tiene
buena pinta porque es así pequeñita, en A5, y las cosas en A5 son
como guays, son como un Renault Twingo GT, potencia concentrada.
Sin embargo es tan aburrida como
cualquier otra. Hoy leer sobre videojuegos es un coñazo, así que si
ya tienes el vicio, como yo, mejor hacerlo en un sitio donde sea
gratis, como vidaextra o vandal, en mi caso.
También puede ser que te guste
coleccionar, y te guste coleccionar revistas sobre videojuegos.
Bueno, muy bien, en ese caso esta revista es buena para ti, porque es
así pequeñilla y gordita, queda muy bien. Te la recomiendo.
Si te gusta coleccionar, además, te
recomiendo que no te avergüences de ello, como le pasa a mi tío
Laureano. A mi tío Laureano le gustan los coches clásicos pero le
da vergüenza decirlo, por si le van a llamar mariquita. Yo pensaba
que para ser mariquita había que jamarse vergas, no coleccionar
coches clásicos, pero bueno, en fin.
Si le pillas leyendo la sección de
venta de coches de una revista de automoción le da palo, como si le
hubieras pillado leyendo el Primera Línea.
Si has de adorar a Dios en silencio
hazlo así, al menos.
Los motivos para coleccionar escapan a
lo comúnmente conocido como racional, pero eso no quiere decir que
no existan y que no tengan su razón de ser. Yo colecciono
merchandising de Monster High pero no muñecas porque me dan asco. Me
encantan los videojuegos pero cada día me da más palo jugarlos. Sin
embargo no los quiero dejar del todo. Pero gastarme mucho dinero en
ellos me parece de idiota.
Las colecciones son expresiones
artísticas menores. Somos nosotros expresándonos, por eso las
colecciones son tan importantes. Porque si no te expresas eres un
pringado.
¿No lo sabías? Pues sí, sí. Si no
te expresas eres un pringado.