miércoles, 11 de enero de 2017

Castlevania IV (Level 1 theme).Wav – 8 – Bit Arcade – 101 Game themes 4.0

Hoy en el mundo hay dos facciones. No, no hablo de pablistas y errejonistas. Esos también, pero no son tan relevantes, sin duda.


Puede que te guste más Super Castlevania IV o Castlevania Symphony of the Night. Si eres de los primeros probablemente seas leal al AVGN y te guste más porque a él le gusta más. Si te gusta SOTN, no sé, tus razones tendrás. A mi era el que más me gustaba hasta que abrió la boca el AVGN.

Las personalidades magnéticas consiguen estas cosas. Que a ti te guste más SOTN y, de un día para otro, pase a gustarte más Castlevania IV. No es falta de personalidad, en todo caso es exceso de esta. ¿Que a este tío tan guay le gusta esto? Pues yo voy detrás. Soy completamente consciente de mis actos.


Las personalidades magnéticas saben a gominola y las gominolas son lo que más me gusta del mundo. De enfrentarme a una personalidad magnética probaría el acíbar, y el acíbar no me gusta nada. Así que prefiero sacrificar mi criterio, que, total, tengo demasiado, y deleitarme en los dulces sabores.

Las personalidades magnéticas, además, tienen muy mala hostia. No les gusta nada que les lleven la contraria. Si quieres escindirte de una personalidad magnética es mejor para tu integridad física y emocional que les digas que sí a todo y luego hacer tú lo que te dé la puta gana. De no hacerlo de esta manera, insisto, probarás el acíbar.


Las personalidades magnéticas suelen ser bastante inmaduras y están demasiado acostumbradas a que se les dé siempre la razón. Si no les das la razón serán ellos los que prueben el acíbar, y eso sí que no lo van a consentir. Para no tragar ese sapo te lo harán tragar a ti, por puro berrinche, y entonces sabrás lo que es sufrir.

La única opción que te queda con las personalidades magnéticas es esperar a que sean exiliadas a la Isla de Elba. Allí es donde acaban cuando la gente empieza a pasar de ellas. Al no poder soportar que no se haga siempre lo que ellas dicen se emberrinchan y se van a la Isla de Elba, porque el mundo les ha traicionado.


Aznar, por ejemplo, es una de estas personalidades. Como la gente ya pasa un poco de sus recetas económicas está muy enfadado y se ha exiliado a la Isla de Elba. Normal, por otra parte. ¿Para qué quieres rodearte de gente si no va a obedecer tus órdenes ciegamente? Menuda pérdida de tiempo.

La Isla de Elba está llena de gente magnética. Allí se reúnen todos y planean una sociedad utópica. La movida es que les cuesta un poco ponerse de acuerdo, pero en fin, es lo que tienen las personalidades magnéticas.