Mi equipo es el Real Madrid. Lo es
porque era el de mi padre, porque si no sería de cualquier otro
equipo del mundo. De cualquiera menos de este.
Este es el equipo más facha que hay.
Es una rara avis. El Barcelona es un club moderno, por eso sus
jugadores están de buen rollo. En el Real Madrid están todos de mal
rollo porque tienen que aguantar a Ramos y a Cristiano, que no los
aguanta nadie.
El pobre Marcelo tiene cara de “si no
fuera por los millonakos que me levanto, ¿de qué iba a aguantar yo
a estos dos tuercebotas?”.
Asimismo Özil, que es la reencarnación
de Enzo Ferrari, salió espantado de tanto gilipollas que hay aquí.
Con Di María ocurrió lo mismo.
El Real Madrid es esa empresa
indeseable en la que sólo aguantan los indeseables. En el Real
Madrid se trata de chupar pene facha, si no no tienes sitio.
Mi padre, por Dios, no era facha. Lo
que pasa es que en el pueblo o eres del Real Madrid o eres del
Barcelona, y mi padre cayó del lado de Real Madrid. No tiene más.
Uno de mis primos es del Real Madrid y otro del Barcelona, y
peleando, discutiendo cuál de estos equipos es mejor, se pasan las
comidas. Esta es la gracia.
Por eso a mi no se me caen los anillos
por ser del Real Madrid. Además, en Madrid se vive mejor siendo del
Real Madrid, es un camuflaje excelente. Cuando llevo mi chupa del
Real Madrid por la calle la gente me dice “¡Hala Madrid!”. Y yo
les devuelvo el saludo.
Sin embargo, luego tengo una chupa del
Benfica, o sea, que me la suda todo. A mi lo que me hace gracia es
llevar chupas de equipos de fútbol cuando el fútbol me la suda.
Pero eso ellos no lo saben.
Y así paso la vida. Riéndome de todo
el que pillo.
