La molonidad catódica hoy tiene un
nombre claro: Gol TV.
Gol TV es el canal que más mola con
mucha diferencia. Su estilo sencillo, artesano, está en
contraposición directa con el rollo fascinante vacuo que se lleva
últimamente.
Los tertulianos de Gol TV son educados.
No se interrumpen y, si lo hacen, se piden disculpas. ¿?¿? ¿Qué
coño es esto? Esto debe ser cosa del diablo.
En Gol TV echan el Cádiz-Almería, un
partido por el que ni Dios da un duro. Equipos pequeños con
presupuestos pequeños. Pero si no fuera por estos equipos pequeños
no existiría el campeonato de Liga, ya que La Liga son 20 equipos,
no 4.
Gol TV, por tanto, hace una oda a la
verdadera belleza. Involuntariamente quizás, pero la hace. Con eso
me doy por satisfecho.
Gol TV es la televisión de los pobres
y, por tanto, la que Dios ve en su trono de cumulonimbos los
domingos.
No digo que Dios no vea El Clásico.
Tampoco nos pongamos fundamentalistas.
Digo que los pobres molan. No en un
sentido superficial, como proponía Mugatu en Zoolander. Digo que
molan porque sin los pobres la pirámide se cae. Menos mal que están
los pobres, porque sin ellos los ricos nos precipitaríamos al vacío.
Yo por eso discrepo mucho con mis
amigos ricos, que quieren gasear a los pobres, porque no aportan
nada, no producen plusvalía. Claro que no. Están ocupados
sosteniendo nuestros tronos. Discuto muchísimo de esto con mis
amigos ricos, de verdad.