Cómo pasa el tiempo. El 2010 parece un
año así como super avanzado y, ya ves, es como ya de puto viejo.
Qué horror, el 2010. Decir que algo es super 2010 es lo puto peor.
¡Que no lo digan de ti!
Supongo que no habrás visto ningún
avance en enfoques desde 2008, porque no los ha habido. Bueno, los ha
habido, pero los que los hacemos permanecemos en la sombra, donde se
halla el verdadero poder.
Si no frecuentas el underground, es
decir, mi compañía, es imposible que hayas visto ningún avance
verdadero.
Yo hoy salía de El Corte Inglés, tras
aguantar a unas cajeras gritonas que deberían ser despedidas ipso
facto, y he visto un chaval con pantalones pitillos, botines y parka
así como... Como ya sabes, una parka, tío.
Hace unos años íbamos así todos y
éramos unos punkys, unos indeseables. Hoy, sin embargo, al que ha
mirado mal el de seguridad es a mi, no al de los botines. Debe ser
porque llevo una chupa del Benfica, que es lo que llevará el chico
de los botines dentro de 15 años.
Ser radicalmente moderno, tanto que
duelen los ojos, es muy guay, desde luego. Pero pagas un precio, que
te miren los seguratas. Ser moderno de pastel es menos guay, es
bastante loser, pero a cambio no te miran los seguratas. ¿Tú qué
prefieres?
Yo hago lo que hago porque no me queda
más remedio. Si me disfrazase de moderno de pastel acabaría
arrancándome la ropa en mitad de la calle y sería peor para todos.
Tú haces lo que haces, naturalmente,
porque no puedes hacer otra cosa tampoco. No tienes ni imaginación
ni valor para hacer lo que hago yo. Así que supongo que todo está
bien como está.
Pero si me río de tus botines no te
chines, tío.