El Tango es un refresco muy inglés. Lo
inglés es lo mejor.
Ahora bien, si tú no tienes mi
categoría, no puedes decir que lo inglés es lo mejor. No tienes
derecho. Hay cosas que sólo las podemos decir las personas con mucha
categoría, porque en tu boca las verdades suenan a falacias. Para
que no las perviertas te las negamos.
Tú, por ejemplo, si dices que lo
inglés es lo mejor, sería pura impostura, lo dirías para apuntarte
al carro del molar. Y esa es una falta muy grave.
Ser una persona estupenda es muy
sencillo: sé fiel a ti mismo. No quieras ser lo que no eres. Ese es
el resumen de la clase. De esta, de esta clase, y del hecho de
tenerla. De tener clase.
Puede que tú no seas tan deslumbrante
como el que suscribe, pero tampoco tienes por qué serlo. Estás muy
bien como estás, vistiendo de trapillo y haciendo chistes así como
malos. Te quiero así, tal cual.
Tú te puedes reír de mis aires de
señorito y yo de tu mal gusto despatarrante y ser tan amigos. ¿Ves
qué sencilla es la vida? Cada uno en su sitio, pero Dios en el de
todos. Nos podemos llevar muy bien. No te preocupes.
Ahora bien, si de repente tú vas de
señorito no por hacer parodia, sino por pretender subir sin hacer
méritos, serás expulsado del juego en un abrir y cerrar de ojos.
Dios es duro pero justo. Y yo, por tanto, también. Igual.
Sin embargo, te entiendo. Ser lo que
uno es es un coñazo. Mola más disfrazarse y fingir que uno es lo
que no es. Te entiendo. Pero, ey, no te envicies. A ver si luego te
va a costar volver a tu puesto y tenemos que tomar medidas drásticas.
Eso no nos gustaría nada.
¿Por qué tienes que ser tan
caprichoso? Cómo sois las personas pequeñas.