miércoles, 11 de enero de 2017

Orange Tango

El Tango es un refresco muy inglés. Lo inglés es lo mejor.


Ahora bien, si tú no tienes mi categoría, no puedes decir que lo inglés es lo mejor. No tienes derecho. Hay cosas que sólo las podemos decir las personas con mucha categoría, porque en tu boca las verdades suenan a falacias. Para que no las perviertas te las negamos.

Tú, por ejemplo, si dices que lo inglés es lo mejor, sería pura impostura, lo dirías para apuntarte al carro del molar. Y esa es una falta muy grave.


Ser una persona estupenda es muy sencillo: sé fiel a ti mismo. No quieras ser lo que no eres. Ese es el resumen de la clase. De esta, de esta clase, y del hecho de tenerla. De tener clase.

Puede que tú no seas tan deslumbrante como el que suscribe, pero tampoco tienes por qué serlo. Estás muy bien como estás, vistiendo de trapillo y haciendo chistes así como malos. Te quiero así, tal cual.


Tú te puedes reír de mis aires de señorito y yo de tu mal gusto despatarrante y ser tan amigos. ¿Ves qué sencilla es la vida? Cada uno en su sitio, pero Dios en el de todos. Nos podemos llevar muy bien. No te preocupes.

Ahora bien, si de repente tú vas de señorito no por hacer parodia, sino por pretender subir sin hacer méritos, serás expulsado del juego en un abrir y cerrar de ojos. Dios es duro pero justo. Y yo, por tanto, también. Igual.


Sin embargo, te entiendo. Ser lo que uno es es un coñazo. Mola más disfrazarse y fingir que uno es lo que no es. Te entiendo. Pero, ey, no te envicies. A ver si luego te va a costar volver a tu puesto y tenemos que tomar medidas drásticas. Eso no nos gustaría nada.

¿Por qué tienes que ser tan caprichoso? Cómo sois las personas pequeñas.