Este tebeo estaba como muy reconocido
internacionalmente y tal, pero a mi me pareció un puto rollo.
O sea, no muy mal, pero no tan bien
como presagiaban los elogios. Mñé. Lo que es una cosa mñé. Que no
te enfadas pero tampoco te pones ahí muy alegre ni nada. Mñé.
La gente dice que las últimas de Star
Wars son mñé, pero a mi Star Wars siempre me ha parecido mñé. Yo
no sé qué ven en la primera trilogía mejor que en las nuevas.
Siempre ha sido mñé. George Lucas es una persona mñé. No
demasiado divertido. Profundo, pero no demasiado. Mñé.
Supongo que Star Wars está
sobrevalorada. A la típica cosa que se acerca la gente sin
personalidad para fingir que la tiene. Detectan que eso de Star Wars
es para personas con personalidad y se apuntan al carro. Gracias a
este fenómeno social George Lucas ha levantado su fortuna.
A mi me parece superguay, porque
hacerse rico a costa de lo profundamente estúpida que es la gente me
parece una cosa con mucho estilo.
Spielberg tiene muchísimo más talento
que George Lucas. Infinitamente. Por eso monta menos cristos. Cuanto
menos talento tiene la gente más cristos monta, para compensar.
Spielberg busca una historia divertida,
la rueda así como a él le parece que puede estar simpática y tira
millas. Y como tiene mazo talento la cosa suele salir bien y los
billetes llegan a su casa. Y Spielberg ni se mueve del sofá,
probablemente.
Sin embargo el pobre Lucas fíjate los
cristos que tiene que montar. Que si naves. Que si animación CGI.
Que si mil y una precuelas, secuelas y spin-offs. Lo que se dice un
cutre.
Lucas es un empresario, Spielberg un
artista. Todavía hay clases.