La Wizard era la revista de referencia
de superhéroes. Así la tengo conceptualizada al menos yo.
Era buena, por eso había que
comprarla. Las malas te las daban gratis en el mostrador de la tienda
de cómics con olor a sudor.
Hoy no hay una sola persona que sepa
hacer algo a derechas. El horizonte que veían desde su infancia y
hacia el que se dirigían se ha desdibujado y en su lugar está
apareciendo uno para el que no se habían preparado ni 5 minutos. Por
lo tanto no saben funcionar en él.
Fíjate, tú estabas todo concentrado
en comprarte pantalones pitillo y sombreros pensando que el futuro
pasaba por ahí y ahora te dicen que el futuro es el chándal y
trabajar en la mina. Te han roto por la mitad.
Pero bueno, siempre has sido un poco
tonto. Te enteraste super tarde de lo de los pitillos y los
sombreros. Los modernos de verdad ahora te vemos con compasión, como
un paleto de pueblo que ha venido a la ciudad y se intenta comportar
de forma sofisticada. Un espectáculo lamentable.
Pero, como ya hemos acordado, tú eres
un poco tonto. Tampoco se podía esperar mucho más de ti.
Igual tus padres sí, pero si tú eres
tonto me inclino a pensar que ellos también lo son. Genética. ¿No?
La genética es muy importante. Yo, por
ejemplo, tengo unos genes de primera división. De Champions League.
Si a eso le unimos el trabajo duro obtenemos el superdotado que soy.
Y tú, como Danny DeVito en Los Gemelos
Golpean Dos Veces.