Un nombre español y la palabra
“futuro” no encajan. ¿A que no? Parece una paletada. Como una
copia de Nesquick que se llama Neschisck.
En español suenan bien cosas como
“Mortadelo”, porque los españoles somos surrealistas. Vemos la
realidad deformada, con tentáculos saliendo de las cosas.
Aquello de lo que huimos es lo que nos
hace únicos.
Por otro lado, si todos nos mostrásemos
tan surrealistas como somos esto sería el pasaje del terror.
Un español haciendo cosas como
poéticas es la risa, porque para eso están los japoneses, por
ejemplo. ¿Cómo le vas a ganar tú en lirismo a un japonés? ¿Pero
tú eres gilipollas? Por eso los japoneses nos admiran tanto, porque
somos lo que ellos jamás serán.
Por el mismo motivo yo admiro a los
japoneses.
Sin embargo yo no soy japonés, sino
español, así que las cosas que produzco son surrealistas, no
líricas. Si fuera francés sería pedante, pero no, soy español.
Ponerse lírico siendo español es como
la risa. Es confesar que eres pedorra creyendo que estás quedando
bien. Un descojono.
Por eso zapatero a tus zapatos.