Me compré este juego pensando en que
iba a estar de puta madre, pero no fue así.
Me dejé llevar por la nostalgia. Había
jugado a Dragon Ball Z Budokai Tenkaichi 2 y 3 y pensé que sus
antecesores habrían de ser geniales, ya que fueron la semilla que
los engendraron. Pero resultaron ser prototipos no perfeccionados
nada más.
¿Conservar el pasado o dejarlo pasar?
Difícil cuestión. Porque sin el pasado no estaríamos donde
estamos. Pero a la vez nos lastra en nuestro avance. Supongo que se
trata de exprimir todo el jugo que el pasado tenga para el mejor
desarrollo de la humanidad como entidad global y luego dejarlo pasar.
Creer que somos copos de nieve
especiales y únicos tiene un riesgo, y es acabar pensando que
nosotros somos lo único que importa. Tyler Durden, el Señor Durden,
tenía razón, como siempre.
Lo importante de una nevada no es cada
uno de los copos, sino la nevada como hecho completo. Sin embargo,
para que una nevada cuaje, cada copo habrá de estar tratado
excelentemente.
Por tanto buena cosa es que trates al
eslabón más débil con tanto respeto como a ti mismo, porque ese
eslabón aparentemente débil es el que consigue que la nevada sea
completa y perfecta, y por tanto que tú maximices tu sensación de
compleción.
Sólo una visión miope de la realidad
aconseja arrinconar a los viejos.
Los viejos son iguales que tú, solo
que envejecidos por soportar el peso de un mundo que tú acabas de
empezar a habitar. Pero cuando te hagas mayor ya verás, guapo.
Por eso para que tu peso se alivie, mi
soberbio jovencito, has de aliviar el de tu abuela. Porque aquí
putas somos todas.