Tengo que reconocer que este libro no
es una mierda. Este libro, además de adornar, su función principal,
tiene un contenido que me parece interesante.
Los japoneses son así la gente que más
admiro de toda. Son callados y comprometidos, o sea, lo que hay que
ser en la vida. En España somos gritones y desconsiderados, o sea,
lo que no hay que ser en la vida.
Los japoneses, además, tienen mucho
mejor gusto que los españoles. Las cosas que hacen les dan mil
vueltas a las que fabricamos nosotros. Compara Nintendo Switch con
un jamón. Pues lo siento, pero un jamón no mola tanto ni de coña.
Cuéntame lo que quieras del jamón.
Háblame de su sabor y de cómo te gusta comer jamón. Me la suda.
Nintendo Switch mola más, y que no lo veas de un solo vistazo sólo
revela lo retrasado mental que eres.
Yo es que no estoy ya para retrasados
mentales.
La cuestión es que los japoneses molan
más que los españoles. Fabrican Pokemon y nosotros fabricamos el
Real Madrid. Pokemon es mejor que el Real Madrid también, esa es
otra evidencia deslumbrante.
Nos superan en todos los aspectos. Ir a
Japón siendo español es vergonzoso, por no ser digno.
Esto que relato lo sentimos todos los
españoles, pero el español medio, al ser retrasado mental, como
hemos acordado, en vez de hacer acto de constricción, como estoy
haciendo yo, se envalentona y “le echa huevos”.
Esa es otra. Los japoneses cuando
cometen un error empresarial salen ante las cámaras y agachan la
cabeza con una reverencia humilde. En España escurrimos el bulto
porque ¡qué vergüenza eso de pedir perdón! ¿Lo veis como somos
patéticos?