Blood Money qué es, dinero
ensangrentado ¿no? Dinero manchado de sangre. Dinero que has tenido
que derramar sangre para ganarlo.
Hombre, si hay alguien capaz de ganar
ese tipo de dinero ese es Hitman, está claro. Hitman no anda con
hostias. Es frío y calculador. Tiene una misión y la cumple, nada
personal. Simplemente hace lo que tiene que hacer.
El arma que más me gusta de Hitman es
el alambre de estrangular. Podrías estrangular con las manos, sí,
pero el alambre es más fino. Da un toque de calidad, de
profesionalidad.
LinkedIn es el sitio menos profesional
que conozco. Es bastante más profesional la frutería de debajo de
mi casa. Allí son cercanos y no se llevan este rollo como
manteniendo las distancias, rollo que dice, sin duda alguna, que tú
no eres profesional sino que quieres parecerlo.
Cuando uno es una cosa no se esfuerza
por parecerla. Es más, se esfuerza por parecer todo lo contrario,
porque lo es tanto que le da pudor que la gente se admire y todo eso.
Sí, hablo por mi, evidentemente. De
quién voy a hablar, ¿de ti, torcuato? Si eres un inútil.
Sin embargo LinkedIn es la red social
que más me gusta con mucha diferencia. Aquí nadie va de guay, o sí,
pero lo hace todo el mundo tan mal que no te enfureces sino que te
derrites de ternura. Es como ir a una peluquería de señoras. Una
cosa encantadora, que te alegra el día, que te descojonas por dentro
sin que se den cuenta. Las señoras.
Yo, como soy tan guay, la gente que es
un poco guay pero no mucho me enfurece, porque me parece pedante, me
parece que se las da cuando no tiene motivos. Sin embargo alguien
completamente no guay me encanta, porque es alguien sencillo, sin
pretensiones, alguien abrazable, besable.
La gente sólo un poco guay quiere
rodearse de gente guay, para serlo más, dando la prueba definitiva
de que es poco guay. La prueba definitiva de que yo soy el más guay
del Universo es que adoro LinkedIn. ¿Ahora lo entendéis todo?