Yo tuve un profesor de inglés irlandés
que decía que el Lucozade era lo mejor para la resaca. Qué bien me
caía ese cabronazo.
Era más pillo que un ratón. Con ese
tío aprendí mucho inglés porque hablábamos de cosas como bebidas
aptas para superar un hangover. ¿Ves? Así es cómo se aprende
inglés. Hablando de cosas interesantes.
Yo, por ejemplo, cuando veo un youtube
del AVGN lo entiendo absolutamente todo. ¿Por qué? Porque me
interesa lo que dice. Así que mi cerebro, sin que yo haga nada, se
las compone para entender lo que el tío está diciendo. Mi cerebro
funciona muy bien, siempre me ofrece la respuesta más adecuada a mis
necesidades.
Sin embargo si alguien habla en inglés
de algo que no me interesa no entiendo absolutamente nada. Mi
cerebro, como sabe que lo que se está diciendo no me interesa,
empieza a buscar cosas que sí lo hagan. Por tanto abandona la
conversación para ir en busca de cosas interesantes.
Esto puede ofender a algunas personas
ya que les dejaré con la palabra en la boca, pero ese ya no es mi
problema. Es el de ellos, ya que hablan de cosas sin interés.
Nunca me había enterado de lo ofensivo
que es que no te hagan ni puto caso. Siempre lo he hecho de forma
natural, sin pensar en las consecuencias. Yo vivo dentro de un
agujero de gusano y lo que existe fuera de él, para mi, es como si
no existiera. Así que no te ofendas sin paso de tu culo como de
comer mierda. Lo hago sin querer.
Más ofensivo debe ser, si cabe, que no
te hagan ni caso sin querer. O sea, se le puede retirar la palabra a
alguien para intentar hacerle daño, por ejemplo. Yo no, lo hago
porque, de verdad, es que no me interesas. No te enfades conmigo,
vuélvete más interesante y ya verás cómo te hago caso.
Coño, es que haga lo que haga siempre
es culpa mía. Si te hago caso porque te lo hago, y si no porque no.
Me temo que el único culpable eres tú.
Bueno, culpable no, es que tú eres
así. Tonto. ¿Qué le voy a hacer?