Dotor, dotor, deme una segunda opinión.
Que no me fío del otro dotor.
La vida es así, escapando de gente que
no tiene nivel.
La gente se pregunta por qué huyo como
un conejo. No huyo como un conejo. Me alejo como un jinete.
Los jinetes semos asín, parecidos a
Julius de Pulp Fiction tras producirse el milagro de las balas que no
le tocan ni a él ni a John Travolta. Vagamos hasta que el Señor nos
coloque dónde hemos de estar.
Hay que reconocer que es una vida
agradable, porque uno pasa por muchos sitios y conoce a mucha gente
interesante.
La gente interesante lo es porque está
como una cabra. En realidad los que están como una cabra son los
normales, por eso los interesantes parecen locos. Pero como hay más
normales que interesantes, por bulto, parece que los normales son
normales cuando están locos.
En el senado espacial de Star Wars no
veías a un solo tío con traje y corbata. Iban todos vestidos que
parecía eso el manicomio. Pero ya ves, no estaban locos, eran los
representantes de sociedades avanzadas.
Si en el senado de Star Wars llegara un
tío como Rajoy todo el mundo se reiría de él, porque iría vestido
como atrasado, prehistórico. Sin embargo como vivimos en la Tierra y
no en Star Wars pues nos parece un hombre muy respetable y muy
estupendo.
Pero bueno, vamos a ver estos tiempos
como “una mala gripe que había que pasar”. Porque si no no
avanzamos.



