Ángel Sefija está muy bien. Trata de
hacer observaciones agudas de las cosas en las que las personas
normales no nos fijamos. Un rollo así Seinfeld hispano.
No recuerdo ahora ninguna de sus
historietas, pero, no sé, es rollo “¿nunca se han fijado en lo
mala que está la comida de los aviones?” pero no tan sobado. Ángel
Sefija. Su propio nombre lo indica.
Ángel Sefija tiene barba, así que
igual es hipster. ¡Quién sabe!
Otros personajes de Mauro que recuerdo
son El Demonio Rojo, que era un luchador de Pressing Catch que se
disfrazaba de demonio y... Bueno, me acuerdo de El Manual del Hijo de
Puta, que es un manual de gamberradas.
El Demonio Rojo tenía como amigos a
Átomo, Higueras y Drugos. Quizás alguno más. Átomo era un
pajillero que lo que más le ponían eran los dúos lésbicos,
mientras que a El Demonio Rojo le ponían las meadas en la cara.
Drugos era un rico heredero que se dedicaba a coleccionar cachivaches
pop.
No sé si Ángel Sefija está en el
mismo universo que ellos, pero me da la sensación que no. Debe ser
porque está publicado, o estaba, en El Jueves y eso de alguna manera
te hace estar en otra liga. En otra órbita. Todo lo que has hecho
antes de publicar en El Jueves se desvanece. O, mejor dicho, queda
como “la obra de cuando el autor era auténtico y no se había
vendido”.
Es como todos esos juegos de 8 bits que
vendiste por 5.000 pesetas y que ahora la gente pagaría auténticas
fortunas por ellos. Por eso hay que aprender de Drugos y guardarlo
absolutamente todo. ¡Todo! ¡Todo!
Ángel Sefija era un personaje más
mainstream, más pensado para El Jueves. Por muy “satírica” que
sea El Jueves no es El Víbora, revista que me confiscaron en el
colegio por ser “pornografía”.
Me la confiscó El Willy. Ya sabéis,
uno de esos tíos eruditos. Bigote, tenía. A un amigo homo le ponía.
La típica fantasía supercerda. Si supierais con qué fetos me la he
llegado a cascar yo...